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Muestra de historia de cliente
El Sr. Marek dirige una próspera plantación de fresas de 20 ha en la región de la Gran Polonia, que cuenta con un rendimiento de 25 toneladas/ha. La explotación lleva 15 años funcionando y es la única actividad económica que desarrolla el Sr. Marek, por lo que el propietario no repara en gastos a la hora de invertir en el cultivo. En años anteriores, ha probado distintas variedades de fresa, utilizado fertilizantes bien conocidos en el mercado, invertido en nuevas plantaciones y ha ampliado el sistema de túneles. Hace dos años, construyó una cámara frigorífica e instalaciones de almacenamiento que le permiten procesar la fruta por sí mismo, y este año se dispone a construir una instalación de placas fotovoltaicas para reducir la factura de electricidad que consume la explotación.
Con su propia infraestructura, fuera de la temporada de la fresa, el Sr. Marek ha empezado a procesar fruta y verdura, sobre todo frambuesas y setas que adquiere a productores locales, que luego vende a la cadena minorista Dino. El producto no escasea, ya que su empresa en la única de la región que cuenta con infraestructura para envasar frutos rojos.
El «cuello de botella» del negocio del Sr. Marek son sus empleados, o más bien la falta de ellos. En el pasado, el agricultor no tenía problemas para reunir una cuadrilla. Sin embargo, en los últimos años ha notado que cada vez hay menos gente dispuesta a trabajar en condiciones difíciles. El mercado de trabajo y la libertad migratoria hacen que los polacos tiendan a elegir otros trabajos. Además, los emigrantes del este cada vez exigen más a los empleadores, y la guerra en Ucrania está llevando a algunas personas a quedarse en su país de origen o huir lo más al oeste posible, dejando de lado a Polonia. Por otro lado, los emigrantes suelen tener problemas de comunicación, poca motivación para trabajar y un enfoque de sus obligaciones típicamente lucrativo. La temporada pasada el Sr. Marek tuvo que recurrir por primera vez a una agencia de contratación para encontrar personal suficiente.
El mayor reto al que se enfrenta el agricultor no es sólo atraer gente que pueda trabajar en la explotación, sino además, controlar el rendimiento de los trabajadores, limitar las pérdidas debidas al exceso de trabajo al que se enfrentan y asignar a empleados concretos las tareas para las que demuestran tener más aptitudes. La asignación inadecuada de una persona a una tarea y la falta de rotación de funciones se traducen en una baja motivación. Esto último se traduce en una reducción de la calidad del producto final que comercializa el Sr. Marek.
La automatización de la clasificación y el envasado de productos alimentarios, como las frutas y las verduras, está ganado una popularidad cada vez mayor. Ante el aumento de los costes laborales y las enormes dificultades para encontrar empleados cualificados, cada vez más empresas alimentarias optan por la automatización de todos sus procesos. El incentivo para invertir en maquinaria para la clasificación y el envasado de frutas, verduras y otros productos alimentarios no deriva únicamente a esta creciente tendencia. Un argumento de peso a favor de la automatización es el hecho de que las máquinas disponibles en el mercado ofrecen una gran eficacia y repetibilidad de los procesos, lo que las hace más eficientes que los humanos en numerosos aspectos y les permite, a su vez, generar ahorros tangibles.
Aun así, existen segmentos de mercado en los que una automatización total, al menos por el momento, es imposible y el factor humano algo insustituible. Ejemplos de este tipo de productos son ciertos tipos de pescado (salmón) y carne, así como aquellos platos preparados, que deben envasarse de forma manual, además de los frutos rojos, que, debido a sus características, derivadas de su delicadeza, no son aptos para el procesamiento automático. Pensando en todas esas empresas que procesan este tipo de productos, hemos desarrollado especialmente un sistema integrado de pesaje manual.
El sistema se compone de un número seleccionado de básculas manuales con indicadores luminosos que muestran la precisión del pesaje, un monitor que proporciona datos sobre el trabajo de los operarios, los alimentadores de envases y los productos envasados, así como un software para coordinar el funcionamiento de todo el sistema.
La clave del éxito, y el corazón del sistema, es nuestro software propietario. Lo hemos desarrollado pensando en las necesidades concretas de los usuarios, teniendo en cuenta las características especiales de la industria alimentaria. El software es muy sencillo de usar y nuestros clientes valoran en gran medida su interfaz sencilla y de gran legibilidad. Su forma simplificada no implica la disponibilidad de un amplio contenido. De este modo, el software permite:
Es importante destacar que el software no sólo puede funcionar con nuestras básculas, sino también actuar como integrador de una infraestructura de pesaje ya existente en las instalaciones del cliente. Otra de sus características más importante es su modularidad. Esto implica que nuestro software cuenta con una gran flexibilidad y puede ampliarse con funciones adicionales en función de las necesidades del cliente.
Como desarrolladores del software, podríamos hablar largo y tendido sobre sus cualidades y las soluciones que se han utilizado en su desarrollo. Aunque, por regla general, a los usuarios no les preocupa especialmente los detalles tecnológicos, sino que están más interesados en los beneficios de implantar un sistema de pesaje manual. Estos son.
Nuestro sistema de pesaje manual también es muy valorado por los operarios. Trabajar en una planta de envasado de alimentos no es un trabajo sencillo. Las bajas temperaturas, las tareas repetitivas y las largas horas de pie hacen que no haya demasiadas personas dispuestas a realizar este tipo de trabajo. E incluso cuando lo están, su nivel de motivación y precisión no siempre es el esperado por el empresario. Por este motivo, en este sector, cualquier innovación en materia laboral vale su peso en oro.
El sistema de pesaje manual agiliza el trabajo de los operarios a distintos niveles.
El primero de ellos, es el ya mencionado sistema de semáforos, que informa sobre la precisión del pesaje. Las señales permiten que el personal actúe de forma rápida y sin errores.
El segundo es la gamificación. En el monitor que forma parte del sistema, se muestra en directo el rendimiento de cada operario, así como la velocidad y la precisión del pesaje. Este tipo de soluciones estimula la motivación para trabajar, ya que, por regla general, nadie quiere ser menos que los demás miembros del equipo y prefieren destacar por encima del resto. Pero, sobre todo, proporciona al empleado información concreta sobre su trabajo. El buen rendimiento de un determinado operario puede ser un argumento para concederle una prima o felicitarle.
En tercer lugar, el coordinador de turno puede ver en el monitor cómo ha cambiado la eficiencia de los operarios en los últimos 5 minutos. Si dicha eficiencia disminuye, puede significar que el equipo necesita una pausa para recuperarse.
Dirigimos nuestra solución a fabricantes y empresas de procesamiento que deseen optimizar costes y mejorar la productividad y, al mismo tiempo, a empresas que no pueden cambiar a operaciones totalmente automáticas. El sistema de pesaje manual de Milbor combina el trabajo manual con la tecnología y el concepto de Industria 4.0.
Sin duda, es una opción digna de consideración por parte de aquellas empresas que buscan distintas formas de mejorar la eficacia del trabajo y evitar las pérdidas asociadas al exceso de pesaje. Disponemos de básculas de gran precisión que codifican por colores el pesaje correcto por parte de los operarios. Esto genera un doble ahorro: evita pérdidas por exceso de pesaje y permite emplear a personal eficiente.
El software puede utilizarse de forma independiente, así como junto a otros equipos de pesaje. Para todas aquellas empresas que quieran probar cómo se adaptará este producto a sus condiciones específicas, ofrecemos la opción de alquilar el sistema.
Volviendo al caso del Sr. Mark que narrábamos al principio del texto, gracias a la implantación del sistema de pesaje manual, el productor:
La experiencia demuestra que, en la industria alimentaria, las herramientas aptas para un gran número de situaciones, rara vez funcionan. Los productos y servicios a medida, desarrollados teniendo en cuenta las necesidades y objetivos de un cliente específico, ofrecen mejores efectos. Este es el caso del sistema de pesaje manual de Milbor.
Para conocer todas sus posibilidades y ver cómo puede ayudarle el sistema en su caso concreto, cumplimenta el siguiente formulario y nuestro asesor se pondrá en contacto contigo con la mayor brevedad para responder a tus preguntas o analizar tu proyecto empresarial.
Karolina se pondrá en contacto con usted en un plazo de 24 horas
para conocer mejor sus necesidades
Personalizamos líneas de envasado y clasificación.
Suministramos soluciones integrales adaptadas a las necesidades particulares de nuestros clientes. Crecemos y ampliamos constantemente nuestra gama abarcando nuevos segmentos del mercado de frutas y verduras frescas. Permítenos diseñarte una línea única para.
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