La temporada de arándanos en Polonia y en Europa

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El tiempo y la duración de las cosechas

El inicio de la temporada de crecimiento del año pasado fue un periodo complejo para los productores, debido a varios aspectos. Por lo general la temporada de fructificación en Polonia dura desde el 1 de julio hasta finales de septiembre y los eventuales cambios son cuestión de unos días. En el año 2021 la primavera fue muy fría, lo que contribuyó a un retraso de la floración y un desplazamiento de las cosechas en nuestro país de dos semanas en promedio. Las bajas temperaturas durante la floración no ayudaron a que numerosas especies de insectos polinizadores volasen por las plantaciones.
Además, en las regiones centrales y surorientales de Polonia hubo lluvias relativamente intensas, que tuvieron una gran influencia en los daños y la calidad de los frutos. Los arándanos estaban muy saturados de agua, lo que provocaba que se rompiesen.
En la región de Pomorze, donde la temporada normalmente comienza dos semanas después, la situación era totalmente distinta. El retraso adicional provocado por una primavera fría tuvo como consecuencia un acortamiento del periodo de cosechas a 6 semanas, cuando normalmente dura hasta 13 semanas.

Envases no estándar

La falta de trabajadores, los siempre crecientes costes de su mantenimiento y las dificultades que aparecen en relación con la pandemia de la COVID-19 influyen esencialmente en el funcionamiento de numerosas explotaciones. Para intentar reducir el número de personas contratadas los productores de arándanos buscan cada vez más nuevas soluciones en la automatización de la producción, que permite acelerar el trabajo en cada etapa de preparación de los frutos para su venta. Los productores se interesaron especialmente por la compra de máquinas para preparar los frutos en el periodo de otoño-invierno. El último año numerosas explotaciones se decidieron por estas inversiones o mostraron interés en estas también durante las cosechas. Gozan de mayor popularidad los equipos para clasificar, pesar y envasar arándanos. El interés por las máquinas y los sistemas de pesado crece cada año. La pasada temporada muestra claramente que las inversiones en máquinas para preparar frutos, ante los crecientes costes de la mano de obra o la falta de personal para el trabajo, son una necesidad. Para las explotaciones de arándanos polacos es una prioridad aumentar la eficiencia del trabajo. También es importante una recolección a tiempo de los frutos.
Las redes comerciales, para atraer clientes, han comenzado a utilizar recipientes con tamaños y formas no estándar. Cada vez con mayor frecuencia los arándanos se ofrecen en envases de capacidad 300 g, 700 g o 1000 g. Un papel esencial en estas tendencias cambiantes lo desempeña el deseo de proteger el medio ambiente y limitar los residuos. La concienciación de los consumidores y la legislación de la UE relativa a la limitación del empleo de plásticos en la industria alimentaria obligan a las redes comerciales y vendedores minoristas a buscar nuevas soluciones en la cuestión del envasado de los frutos. Buscando prepararse para los próximos cambios, los vendedores introducen cada vez más sus propias estrategias en relación con los envases. En su oferta podemos encontrar arándanos envasados en recipientes ecológicos de papel o cartón, así como en recipientes de plástico producidos a partir de materiales procedentes del reciclado.
Así que surge la pregunta: ¿pueden los productores que piensan en su negocio a más largo plazo adaptarse a las tendencias dominantes y las expectativas de los clientes? Aquellos que tengan dispositivos que solo sirvan para una forma de recipientes pueden encontrarse con problemas importantes si cambian los requisitos de los clientes o si pretenden establecer contactos comerciales con nuevos clientes. Por ese motivo cada vez más productores piensan en líneas de envasado debidamente diseñadas para que sea posible envasar en ella diferentes formatos de envases.
Las inversiones en estas tecnologías en desarrollo no solo preparan a los productores para los cambios en el mercado, sino que también aumentan el rendimiento de la producción. Un ejemplo pueden ser las instalaciones que permiten clasificar los arándanos por su firmeza. Los productores informan de que a veces han tenido que contratar en las plantas de envasado a unas 50 personas para preparar en más o menos 5 horas 300 kilogramos de arándanos para su venta. Tras invertir en un clasificador automático el rendimiento de preparación crece varias veces y el número de personas necesario para preparar tal cantidad de frutos baja a unas 14 personas. En las plantaciones polacas de 20-50 hectáreas de superficie se recomiendan clasificadores automáticos que, en función de la calidad de los frutos, permiten clasificar 1,5-2,5 t de arándanos por hora.
La pandemia y las restricciones relacionadas con esta han provocado que los clientes busquen cada vez más frutas herméticamente envasadas. Los recipientes sin posibilidad de una apertura accidental son más higiénicos y respetuosos con el medio ambiente. En lugar de una tapa de plástico se utiliza en su caso una tecnología de cierre con una lámina sellada por arriba (topseal). Este método permite envasar arándanos tanto en recipientes de plástico procedente de reciclado como de cartón o en envases de pulpa de papel.
Además de elegir la forma adecuada del envase, los productores tienen que cuidar de su correcto etiquetado, según los requisitos de un determinado destinatario de los frutos. Las máquinas etiquetadoras pueden ser debidamente adaptadas tanto para líneas de envasado manuales como automáticas. Permiten aumentar el rendimiento de la preparación y el aspecto del producto final. El tiempo de manejo del dispositivo es minimizado mediante un sencillo programa, la posibilidad de cambio rápido de la lámina y de emplear distinta información, como fecha de caducidad, hora exacta de envasado, códigos de barras colocados en la lámina del envase y en las etiquetas.

Competitividad

La disponibilidad de frutos de arándano en el mercado es prácticamente continua a lo largo del año. Una excepción es junio, cuando acaba la temporada en España pero todavía no hay arándanos polacos. Algunos productores, al advertir esta ocasión, decidieron cultivar arándanos en túneles de plástico, lo que permite acelerar las cosechas en más o menos 2-3 semanas.

Las empresas dedicadas a la producción, la compra y la preparación de frutos buscan continuamente nuevos mercados de venta. Últimamente han dirigido su atención hacia los países árabes y Asia. En estas regiones los clientes son exigentes en cuanto a la calidad de los productos. Pensando en el futuro, los productores invierten en la siembra de nuevas variedades, cuyos frutos – según los requisitos del mercado de destino – tengan el aspecto adecuado, una elevada calidad, así como unos excelentes valores de sabor combinados con durabilidad.
Para los productores la apertura de los nuevos mercados asiáticos, debido al envío hasta allí de mercancía de muy alta calidad, es una buena ocasión para obtener un margen más alto que en los mercados europeos o nacionales. Los arándanos son transportados a esas regiones en aviones o barcos, en contenedores climatizados.

En Polonia se observa un crecimiento continuo del número de plantaciones de arándanos. Las nuevas plantaciones tienen entre 1 y 5 hectáreas, aunque también hay casos en los que se siembran de una sola vez 20 hectáreas.

Antes dominaba el cultivo de la variedad «Bluecrop», lo que provocaba que durante su periodo de fructificación los precios cayesen de manera drástica. Por ese motivo son necesarias inversiones en variedades cuyos frutos maduren fuera del llamado pico de Bluecrop. También es importante el cultivo de frutos con unos parámetros de calidad mejores que en el caso de «Bluecrop», es decir, más grandes y más sabrosos, así como con una buena durabilidad en la comercialización.
Ante la actual depresión en el mercado de las manzanas se observa también una tendencia de sus participantes a cambiar el perfil de cultivos. La principal dirección que toman buscando soluciones alternativas es precisamente la producción de frutos rojos, incluyendo los arándanos. Domina la convicción de que ante la creciente demanda los productores que inviertan en las variedades adecuadas podrán estar tranquilos en los próximos años de la rentabilidad de sus cultivos. Actualmente un polaco medio come al año unos 200 gramos de arándanos, mientras que un estadounidense 1,5 kg. Desde que aumentó la disponibilidad de estos frutos en el mercado los consumidores no los tratan como guarnición para platos o postres, sino como frutos para su consumo. También es observable un cambio en las costumbres alimenticias: los aperitivos salados y dulces están siendo sustituidos por alternativas más saludables, por ejemplo, las frutas frescas.
Entre los países europeos el mayor incremento de la producción de arándanos se registró en España, seguida por Polonia. También aparecen otros países en desarrollo que pretenden contar con numerosas plantaciones. Pertenecen a estos, entre otros, Ucrania, Serbia o Rumanía. Son nuevos mercados y la situación es allí algo diferente, ya que la producción empieza de cero. Sin embargo, disponen de un gran capital para invertir: los productores pueden crear grandes plantaciones, hasta 50 hectáreas de una sola vez. En relación con esto, si las plantaciones polacas deben ser competitivas en el mercado tienen que modernizarse y adaptarse a sus requisitos.

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Cambios forzados

En el mercado global del arándano se producen cambios cada vez más rápidos. En los últimos años han aparecido numerosos nuevos países en los que crecen sistemáticamente la superficie y las cosechas de arándanos para el mercado de consumo. Un ejemplo clásico es Perú, en el que hace tan solo 10 años no se cultivaba esta especie, pero actualmente este país se ha convertido en un importante productor (161 000 toneladas en 2020) y exportador (125 1000 toneladas en 2019) de arándano de postre. La importación de arándanos a los países de Europa Occidental y Central supone casi 1/3 parte de las importaciones globales, pero la cuota de Polonia es estas es solo de un 6%. Esto significa que nuestro país, en el que la exportación de arándanos supuso en el año 2019 casi un 45% de su producción, se encuentra en mercado cada vez más difícil y más competitivo. Por desgracia, el crecimiento de la oferta de arándanos en el mercado global comienza a afectar cada vez con mayor intensidad a la formación de precios de venta también en nuestro país. Esto lo muestra perfectamente este gráfico: los precios del arándano de postre en el año 2021 fueron en principio más bajos durante toda la temporada que los precios medios en los años 2017-2020. Además, aparece siempre el llamado hoyo del arándano. Dura alrededor de un mes y comienza más o menos en la segunda mitad de julio. Esta estructura de variedades de nuestras plantaciones, y no otra, hace que, si no se producen cambios rápidos en este aspecto, el problema de la caída de precios en este periodo tenderá a hacerse mayor. Sin embargo, las variedades con una época de maduración de los frutos más temprana y más tardía todavía «pillan» precios más altos y pueden representar una oportunidad de ganar más dinero.
La cuestión de los precios de venta adecuados se traduce directamente en la rentabilidad de la producción. Influyen en esto, por supuesto, el nivel de las cosechas, la calidad de los frutos de postre y el valor de los costes asumidos. A pesar de que en nuestro país en la mayoría de las explotaciones que producen arándanos domina el modelo tradicional de su cultivo (en el suelo), los costes corrientes son bastante altos. Para una cosecha de unas 8 t/ha los costes unitarios pueden estar a un nivel por encima de los 10 PLN/kg. Para precios como los del 2021 – en particular en el caso de las plantaciones basadas en gran medida en las variedades de mitad de temporada – pueden aparecer problemas de rentabilidad, ya que uno de los principales factores que influyen en los costes de producción son los gastos de recolección, que en función de diferentes factores pueden oscilar entre 3-4 e incluso 5-6 PLN/kg.
Por ese motivo cada vez más productores recurren a la posibilidad de utilizar una cosechadora para la recolección mecánica de los frutos de postre. Los factores adicionales que motivan a buscar métodos alternativos de recolección son también la insuficiencia de temporeros, los efectos de la pandemia, la apertura de las fronteras o la permanente emigración laboral de los polacos a Occidente. De los cálculos se desprende que el coste de la recolección de arándanos con una cosechadora puede reducirse a más o menos 2-3 PLN/kg, en función del tamaño de la cosecha. Sin embargo, la pregunta clave será si la calidad de los frutos de postre así recogidos será aceptada en el mercado europeo, al que llegan la mayoría de nuestros frutos exportados. Algunos señalan el ejemplo de los productores estadounidenses, que recogen la mayoría de los arándanos de postre de forma mecánica. Sin embargo, hay que ser conscientes de que carácter de aquel mercado y sus consumidores es algo diferente que en Europa.
Viendo los distintos cambios y tendencias en el mercado mundial y nacional del arándano, principalmente en el segmento de los frutos de postre, hay que constatar que el cultivo de esta especie puede seguir siendo una elección atractiva para nuevos productores. No obstante, se debe tener en cuenta que la dinámica de desarrollo del mercado del arándano puede ser en los próximos años algo más débil que en la última década. Muchos expertos destacan que el mercado europeo se está saturando poco a poco de arándanos y además aparecen muchos nuevos proveedores, especialmente de terceros países, por ejemplo, Perú, Argentina o Ucrania. Esto significa que al planificar una nueva siembra el productor tendrá que apostar por los métodos de cultivo más innovadores, conseguir grandes cosechas y garantizar la más alta calidad de los frutos en toda la cadena: desde la producción hasta la venta.

Dr. Dariusz Paszko,

Universidad de Ciencias Naturales de Lublin

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